lunes, 15 de diciembre de 2014
martes, 2 de diciembre de 2014
BEATA Mª SAGRARIO DE S. LUÍS GONZAGA
(1881-1936)
Elvira Moragas y Cantarero, nieta, sobrina e hija de farmacéuticos, nació el 8 de Enero de 1881 en Lillo (Toledo), segunda hija del matrimonio de D. Ricardo Moragas y Dña. Isabel Cantarero. Fue bautizada en la iglesia parroquial de San Martín, de su pueblo natal, el 17 de Enero del mismo año.
Contando ella 5 años, la familia se trasladó primeramente a El Pardo, por ser su padre proveedor farmacéutico de la Casa Real, y pronto a Madrid, en la Calle Bravo Murillo, 97. Allí recibió la Confirmación en la parroquia de Sta. Teresa y Sta. Isabel (28 de Set. 1887). Al año siguiente, su padre compró la farmacia en C/ San Bernardino, 11, donde la familia se estableció definitivamente.
Sus principales educadores fueron sus padres: la madre en lo espiritual y moral y el padre en lo cultural, frecuentó el colegio de las Mercedarias, donde hizo su primera Comunión. Por estas fechas vivió el fallecimiento de su hermana mayor, a causa de la difteria. Cursó brillantemente el Bachillerato en los institutos de San Isidro y Cardenal Cisneros de Madrid. En 1900 obtuvo su título de Bachiller y fue admitida en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Madrid, única mujer entre los más de 80 alumnos del curso.
En Junio de 1905 alcanzó su licenciatura en Farmacia, colaborando con su padre en la elaboración y despacho de los medicamentos hasta el repentino fallecimiento de éste, apenas 3 años y medio más tarde. Aunque, en principio, quedó un regente al frente de la farmacia, pronto se puso ella misma al frente. Atendió sacrificadamente a su madre en su última enfermedad y, tras el fallecimiento de ésta, en Agosto de 1911, Elvira fue la primera mujer que, en Madrid y probablemente en toda España, regentó su propia farmacia. Fue nombrada farmacéutica del distrito de la Universidad por el Ayuntamiento de Madrid, muestra del aprecio de su prestigio profesional.
Discernida su vocación al Carmelo con la ayuda de su confesor, San José María Rubio -teniendo su hermano lo suficientemente adelantados sus estudios para poder reemplazarle en la farmacia, con la ayuda de un regente- ingresó en el monasterio de Santa Ana y San José, de carmelitas descalzas, en Madrid, el 21 de Junio de 1915.
Profesó Solemnemente el 6 de Enero de 1920. Siete años más tarde, la Comunidad la eligió Priora, desempeñando este cargo durante un trienio. Concluido éste, fue nombrada Maestra de Novicias y, tres años más tarde, tornera del Monasterio, ya en tiempos de grave agitación política y social. Finalmente, fue nuevamente elegida Priora el 1 de Julio de 1936. El 20 del mismo mes, el convento era asaltado por los marxistas, dispersándose las religiosas por diversos domicilios. La Madre Sagrario procuró mantener contacto con todas, por ello mismo fue localizada y arrestada el 14 de Agosto, conducida a la checa junto con la Hermana en cuyo domicilio se alojaba. Por su heroísmo en la confesión decidida de su fe y en silenciar los nombres de personas a quienes pudiera causar grave perjuicio, fue fusilada en la Pradera de San Isidro, en Madrid, en las primeras horas del 15 de Agosto.
Reconocido su martirio, fue solemnemente beatificada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el 10 de Mayo de 1998, por el Papa Juan Pablo II. Por consejo del mismo Papa, la Asociación de Farmacéuticos Católicos de Polonia la nombró su Patrona el 29 de Enero de 2000 y la Asociación española la nombro Co-patrona de los Farmacéuticos Católicos en el 2014.
(1881-1936)
Elvira Moragas y Cantarero, nieta, sobrina e hija de farmacéuticos, nació el 8 de Enero de 1881 en Lillo (Toledo), segunda hija del matrimonio de D. Ricardo Moragas y Dña. Isabel Cantarero. Fue bautizada en la iglesia parroquial de San Martín, de su pueblo natal, el 17 de Enero del mismo año.
Contando ella 5 años, la familia se trasladó primeramente a El Pardo, por ser su padre proveedor farmacéutico de la Casa Real, y pronto a Madrid, en la Calle Bravo Murillo, 97. Allí recibió la Confirmación en la parroquia de Sta. Teresa y Sta. Isabel (28 de Set. 1887). Al año siguiente, su padre compró la farmacia en C/ San Bernardino, 11, donde la familia se estableció definitivamente.
Sus principales educadores fueron sus padres: la madre en lo espiritual y moral y el padre en lo cultural, frecuentó el colegio de las Mercedarias, donde hizo su primera Comunión. Por estas fechas vivió el fallecimiento de su hermana mayor, a causa de la difteria. Cursó brillantemente el Bachillerato en los institutos de San Isidro y Cardenal Cisneros de Madrid. En 1900 obtuvo su título de Bachiller y fue admitida en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Madrid, única mujer entre los más de 80 alumnos del curso.
En Junio de 1905 alcanzó su licenciatura en Farmacia, colaborando con su padre en la elaboración y despacho de los medicamentos hasta el repentino fallecimiento de éste, apenas 3 años y medio más tarde. Aunque, en principio, quedó un regente al frente de la farmacia, pronto se puso ella misma al frente. Atendió sacrificadamente a su madre en su última enfermedad y, tras el fallecimiento de ésta, en Agosto de 1911, Elvira fue la primera mujer que, en Madrid y probablemente en toda España, regentó su propia farmacia. Fue nombrada farmacéutica del distrito de la Universidad por el Ayuntamiento de Madrid, muestra del aprecio de su prestigio profesional.
Discernida su vocación al Carmelo con la ayuda de su confesor, San José María Rubio -teniendo su hermano lo suficientemente adelantados sus estudios para poder reemplazarle en la farmacia, con la ayuda de un regente- ingresó en el monasterio de Santa Ana y San José, de carmelitas descalzas, en Madrid, el 21 de Junio de 1915.
Profesó Solemnemente el 6 de Enero de 1920. Siete años más tarde, la Comunidad la eligió Priora, desempeñando este cargo durante un trienio. Concluido éste, fue nombrada Maestra de Novicias y, tres años más tarde, tornera del Monasterio, ya en tiempos de grave agitación política y social. Finalmente, fue nuevamente elegida Priora el 1 de Julio de 1936. El 20 del mismo mes, el convento era asaltado por los marxistas, dispersándose las religiosas por diversos domicilios. La Madre Sagrario procuró mantener contacto con todas, por ello mismo fue localizada y arrestada el 14 de Agosto, conducida a la checa junto con la Hermana en cuyo domicilio se alojaba. Por su heroísmo en la confesión decidida de su fe y en silenciar los nombres de personas a quienes pudiera causar grave perjuicio, fue fusilada en la Pradera de San Isidro, en Madrid, en las primeras horas del 15 de Agosto.
Reconocido su martirio, fue solemnemente beatificada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el 10 de Mayo de 1998, por el Papa Juan Pablo II. Por consejo del mismo Papa, la Asociación de Farmacéuticos Católicos de Polonia la nombró su Patrona el 29 de Enero de 2000 y la Asociación española la nombro Co-patrona de los Farmacéuticos Católicos en el 2014.
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